LOS OSCUROS PLANES DE LA COMISIÓN TRILATERAL
La mayoría de gente ha oído hablar poco del poder que tiene
la Comisión Trilateral.
Para destacar su importancia y significado, recordemos una
entrevista de 1978, realizada por el reportero Jeremiah Novak. Novak hablaba
con dos miembros estadounidenses de la Comisión Trilateral, un grupo fundado en
1973 por David Rockefeller y por su lacayo intelectual, Zbigniew Brzezinski.
NOVAK: Sí, pero ¿por qué el presidente Carter no le dice al
pueblo estadounidense que el poder económico y político de los EEUU está siendo
coordinado por la Comisión Trilateral? Después de todo, si la política de Estados
Unidos se está realizando a nivel multinacional, la gente debe saberlo.
RICHARD COOPER [miembro de la Comisión Trilateral]: El
presidente Carter y el Secretario de Estado Vance han aludido constantemente a
esto en sus discursos.
KARL KAISER [miembro de la Comisión Trilateral]:
Simplemente, el tema no ha salido a colación.
Esta pequeña conversación resume claramente el nivel de
arrogancia de los miembros de la Comisión Trilateral, capaces de aceptar
durante una entrevista, con toda la naturalidad del mundo, que el gobierno de
Estados Unidos estaba siendo controlado por ellos.
Desde entonces, la Comisión Trilateral ha determinado el
progreso de los tratados comerciales que han cambiado el mundo y que lo
cambiarán en el futuro: el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del
Norte) , el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, que
sentó las bases para la Organización Mundial del Comercio), el CAFTA (Tratado
de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana),
y ahora, el TPP (Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica) y
el TTIP ( Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión), que se
están negociando en secreto entre múltiples naciones con un peso determinante
en el comercio y el PIB mundial.
A continuación transcribimos 2 citas de miembros clave de la
Comisión Trilateral, que reflejan claramente el tipo de objetivos globalistas
que persigue esta oscursa entidad:
Zbigniew Brzezinski
“El Estado-nación como unidad fundamental de la vida
organizada del hombre ha dejado de ser la principal fuerza creativa: Los bancos
internacionales y las corporaciones multinacionales están actuando y la
planificando el futuro en términos que son mucho más avanzados que los
conceptos políticos de la nación-estado” – Zbigniew Brzezinski, 1969.
Recordemos que Brzezinski fue el mentor en política exterior
de Obama después de que Obama ganara la presidencia en 2008.
Cualquier duda sobre los objetivos de la Comisión Trilateral
es contestada por el propio David Rockefeller, su fundador, en sus Memorias del
año 2003:
David Rockefeller
“Algunos incluso creen que somos parte de una cábala secreta
que trabaja contra los mejores intereses de los Estados Unidos; calificando a
mi familia ya mí mismo como ‘internacionalistas’ y acusándonos de conspirar con
otros alrededor del mundo para construir una estructura política y económica
global más integrada en un mundo unficado. Si ese es el cargo, me declaro
culpable y estoy orgulloso de ello”.
Que nadie se deje engañar por expresiones grandilocuentes.
Cuando Rockefeller habla de “estructura política y económica global más
integrada en un mundo unficado”, de lo que está hablando es de dominación a las
poblaciones de todo el mundo a través de las grandes corporaciones.
La Comisión Trilateral sigue dominando todos estos resortes
para diseñar el mundo futuro para que sirva a sus intereses.
El actual representante de Comercio de Estados Unidos
(nombrado por Obama en 2013), y que es responsable de la negociación del TPP
con otras 11 naciones, es Michael Froman, un ex miembro de la Comisión
Trilateral.
Michael Froman
Que nadie se deje engañar por la expresión “ex miembro”. Los
miembros de la Comisión Trilateral dimiten cuando toman posiciones en el Poder
Ejecutivo del gobierno. Y cuando al final sirven en posiciones vitales, como la
de representante comercial estadounidense, que no llegan allí por accidente.
Están allí siguiendo una agenda específica.
De todos los objetivos que tiene la Comisión Trilateral, los
tratados que actualmente está impulsando, es decir, el TTIP y el TPP, son
elementos cruciales y prioritarios en su esfuerzo por favorecer los intereses
de las grandes corporaciones que deben sustituir a los gobiernos como
herramientas de poder.
Una de las megacorporaciones que más favorecidas son por la
Comisión Trilateral, es Monsanto.
De 2001 a 2008, un hombre llamado Islam Siddiqui fue un
lobbysta acérrimo encargado de defender los intereses de Monsanto, BASF, Bayer,
Dow, DuPont y Syngenta, las mayores y más agresivas corporaciones de
biotecnología del mundo, siendo vicepresidente de CropLife America.
El 21 de octubre de 2011, Obama nombró a Siddiqui Jefe
Negociador Agrícola del gobierno federal, y sirvió en esa posición hasta que
renunció el 12 de diciembre de 2013. Durante su mandato, Siddiqui, hombre de
Monsanto, negoció a fondo los acuerdos del TPP.
El 22 de abril de 2009, Siddiqui había realizado una
conferencia para la prensa titulada falsamente titulado “la Revolución Verde”:
Islam Siddiqui
“Lo que necesitamos ahora en el siglo XXI es otra
revolución, no llevada a cabo de forma convencional. Necesitamos usar las
tecnologías del siglo XXI, incluida la biotecnología, la tecnología de mejora
genética y las tecnologías más avanzadas de la biología molecular. Los
productos químicos, los pesticidas, ahora dejan una menor huella en el medio
ambiente, son más verdes, en términos de los efectos adversos y los efectos
ecológicos. Y también son probados más a fondo”.
Siddiqui es un profesional de la desinformación.
Por ejemplo, el pesticida más utilizado del mundo,
desplegado conjuntamente con los cultivos transgénicos de Monsanto, está “siendo
probado tan a fondo” para garantizar su seguridad, que ahora ha sido declarado
probable carcinógeno por la Organización Mundial de la Salud. Obviamente
estamos hablando del tristemente famoso Roundup.
Probablemente, la función de Siddiqui al negociar los
intereses de Estados Unidos en el TPP, era la de favorecer a las grandes
industrias norteamericanas de la biotecnología, y a todas las empresas que se
ganan la vida vendiendo cultivos y semillas Genéticamente Modificadas (OGM),
junto con sus pesticidas.
¿Cuál será el resultado de la participación de Siddiqui en
las negociaciones de estos tratados? Pues que naciones que se resistan a la
importación de alimentos OGM serán demandadas en tribunales privados, por
interferir con el “libre comercio”.
Este es el objetivo primordial que tienen el TPP y el TTIP.
Consideremos un ejemplo concreto reciente, el movimiento de
rechazo en el condado de Maui en Hawai, donde en las últimas elecciones, los
ciudadanos votaron por bloquear los experimentos con cultivos OGM y sus
pesticidas asociados, hasta que una investigación independiente pudiera evaluar
los efectos sobre la salud de esas actividades al aire libre.
Monsanto demandó la suspensión inmediata de esas iniciativas
votadas democráticamente en las urnas y consiguió una medida cautelar, con lo
que el caso y la oposición popular, han quedado paralizados en la corte federal
desde entonces.
Esto es a pequeña escala lo que le espera al mundo con los
tratados TPP y TTIP.
Bajo el TPP, todas aquellas acciones exitosas de las
comunidades locales contra el cultivo y uso de transgénicos y sus pesticidas en
cualquiera de los 12 países que han acordado el tratado, serán consideradas un
obstáculo al libre comercio; y en vez de provocar una batalla judicial pública,
las empresas podrán simplemente demandar (o amenazar con demandar) en un
tribunal privado al país que se oponga a sus intereses, automáticamente
derrotando a las comunidades locales y ganando el juicio.
De hecho, los intentos por etiquetar los alimentos OGM, y
todas las leyes anteriores que obligan al etiquetado de estos productos en
varios países, podrían ser canceladas de manera arbitraria.
Consideremos la reciente acción de los Representantes de
Comercio de Estados Unidos en Europa. Durante la negociación del TTIP, los
congresistas republicanos del Comercio presionaron a la Unión Europea (UE) para
modificar su postura sobre los pesticidas.
The Guardian (22 de mayo de 2015) plasmó los hechos así:
“La Unión Europea ha dejado renunciado a las leyes contra
los pesticidas debido a la presión de Estados Unidos sobre el TTIP. Los
funcionarios de comercio de Estados Unidos empujaron a la UE a dejar de lado
toda acción contra los productos químicos que actúan como disruptores
endocrinos relacionados con el cáncer y la infertilidad masculina para
facilitar el progreso del acuerdo de libre comercio”.
Lo más grave es que esta acción represiva y criminal se ha
producido sin que tan siquiera el tratado haya sido ratificado. La presión para
que se alcance un acuerdo que beneficie a las grandes corporaciones, ha pasado
por encima de los efectos tóxicos que puede tener sobre la población el uso de
productos químicos que provocan infertilidad masculina y cáncer.
Este es el respeto que tienen los gobernantes y los
políticos norteamericanos y europeos hacia las poblaciones que dicen
representar.
Este es el tipo de juicios que podemos esperar, cuando el
TTP y el TTIP sean ratificados.
Esta es la cara de globalismo corporativo.
Esta es la cara de la Comisión Trilateral globalista.
Recientemente, el senador Jeff Sessions rompió el código de
silencio sobre lo que representa el Tratado TPP. Su revelación más impactante
fue sobre los “acuerdos en vivo”.
Jeff Sessions
Los acuerdos en vivo son cambios arbitrarios que se pueden
hacer en el tratado sin consultar al Congreso, después de que el tratado haya
sido ratificado.
En otras palabras, el tratado es el tratado hasta que no lo
es, hasta que se convierte en algo más, en algo diferente, algo peor, algo que
permite a las mega-corporaciones obtener un poder aún mayor grado que el que se
negoció previamente.
Barbara Chicherio ofrece una poderosa idea de lo que está
por venir si el TPP (y el TTIP) son ratificados:
“Los acuerdos comerciales nos dejan una historia de
desplazamientos de los pequeños agricultores y de destrucción de las economías
locales de producción alimentos. Diez años después de la aprobación del TLCAN
(Tratado de Libre Comercio de América del Norte) 1,5 millones de agricultores
mexicanos se fueron a la quiebra porque no podían competir con el maíz
estadounidense altamente subsidiado, que entraba a raudales en el mercado
mexicano.
En los mismos 10 años, México pasó de ser un país que
prácticamente producía la totalidad de su propio maíz, a convertirse en un país
que importa ahora al menos la mitad de este alimento básico. Con ello, los
consumidores mexicanos están pagando precios más altos por el maíz transgénico
de Monsanto”.
Pero no se trata sólo de los productos OMG.
Supongamos que una compañía farmacéutica de Estados Unidos
decide exportar un nuevo fármaco a Japón, a Australia o a Canadá, todos ellos
miembros del TPP. Y supongamos que ese medicamento es altamente tóxico.
Supongamos que los gobiernos respectivos de esas naciones se oponen a importar
el medicamento tóxico. Gracias al TPP, La compañía estadounidense podría
demandar y ganar un juicio, obtener una gran indemnización y obligar a esos
países a importar el medicamento tóxico de todos modos.
Como he escrito en artículos anteriores, los detalles de las
negociaciones del TPP y el texto del TPP son secretos, así como sucede con el
TTIP.
A los funcionarios gubernamentales de los países miembros no
se les permite conocer todos los detalles del tratado, ni están autorizados a
revelar lo que saben al público.
Se trata de una dictadura oligárquica de las empresas a
escala global.
Aquellas personas que todavía creen que un mundo unificado,
entregado por los poderes fácticos, nos dará a todos una vida mejor, más vale que
dejen de creer en cuentos de hadas y que empiecen a observar la realidad de la
traición que se está realizando.
La Comisión Trilateral, así como todas las entidades
globalsitas, tienen como objetivo destruir los derechos y el poder de todas las
comunidades, y en última instancia, destruir a todas aquellas personas que
todavía tengan el objetivo de defender su libertad.
Las élites, encarnadas en organismos como la Comisión
Trilateral, están construyendo una auténtica pesadilla para todos nosotros, una
dictadura global regida por grandes corporaciones y grandes bancos que serán
propietarios de todo, incluídas nuestras propias vidas.
Que nadie se deje engañar con la oleada de propaganda que se
producirá cuando traten de vendernos las bondades del TTIP…
Artículo escrito por Jon Rappoport
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