La importancia de entender el Marxismo Cultural y a aquellos
que deliberadamente o sin querer lo impulsan, es crucial para comprender lo que
le ha sucedido a las sociedades en las que nuestros padres y abuelos alguna vez
vivieron. Para éstos, la sociedad de hoy está a un mundo de distancia de lo que
conocieron y respetaron. No admite ninguna comparación. La decadencia moral y
social de la sociedad ha sido gradual, y ahora está casi en el punto de no-retorno.
¿Cuánto más
diferentes podrían ser dos sociedades?: Una sociedad construida sobre una
herencia, una moral, una tradición y unos valores de familia y culturales
comunes ha sido transformada a propósito en una sociedad basada en la
decadencia, la inmoralidad, y sobre un rechazo de la herencia, moralidad,
cultura y valores de familia compartidos, que está determinada ahora a destruirse
desde dentro.
Ésa era la
intención; no fue una progresión natural de una sociedad exitosa. Fue una
orquestada subversión de las masas, lavadas de cerebro para creer que ellas
estaban de alguna manera oprimidas por la antigua sociedad, y mediante su
adoctrinamiento ahora se ven a sí mismas como liberadas de aquella
"opresión". Esto ha provocado una enfermedad crónica que ahora ha
infectado a la sociedad en su conjunto.
La mayor parte de
las personas puede ver el cambio; ellos reconocen que las cosas no son como
deberían ser. En las calles ellos ven esto; en sus cambiantes comunidades, en
programas de televisión, en la música, en películas, en la publicidad, ellos
ven que algo está muy equivocado, pero ellos no comprenden por qué esto es de
esta manera.
Somos
bombardeados con la propaganda marxista cultural, y estamos sometidos a un
repetido condicionamiento marxista cultural. Cada institución está plagada de
ello, siendo lo más importante para el marxista cultural el sistema de
educación y los medios de comunicación. Aquellos que pueden falsificar la
Historia y sustituirla por una historia inventada pueden controlar el proceso
de pensamiento del futuro. Controle la educación de las futuras generaciones y
usted tendrá una cadena de producción de gente que servirá a la agenda
siniestra, que es el objetivo de los destructores de la cultura. Sin el control
de la educación y de los medios de comunicación, los marxistas culturales y sus
involuntarios aliados no habrían tenido tal impacto sobre la cultura, y no
viviríamos en tiempos tan inquietantes.
La educación y
los medios, aunque son importantes para los marxistas culturales, son sólo
parte del asalto sobre nuestras naciones. El adoctrinamiento de nuestra
juventud necesitaba más que una idea: necesitaba una ayuda visual que apoyara
la idea, siendo el multiculturalismo una de tales ayudas visuales. Los grupos
de minorías que aparecieron a consecuencia del forzado multiculturalismo iban a
convertirse en el foco del asalto marxista cultural sobre la cultura occidental
Blanca. Ellos fueron automáticamente etiquetados como oprimidos debido, según
aquéllos, a la naturaleza intrínsecamente "racista" de la
civilización occidental Blanca.
Esta idea falsa
fue inculcada a nuestra juventud, y ésta aceptó lo que le fue enseñado, y
tomaron la "carga" de la falsa culpa Blanca. Y al mismo tiempo ellos
llegaron a estar opuestos a su propia cultura y gente exactamente como se
pretendió. Ellos ahora creen que el multiculturalismo es
"enriquecedor" y "di versificador". Ellos creen que esto se
trata de una compensación por todas las históricas malas acciones de sus
propios antepasados. Ellos ven la inmigración masiva como algo natural y no
como dañina e intencional. Ellos ven su propia identidad y
"privilegio" como algo opresivo, y entonces ellos deben hacer todo lo
que pueden para potenciar ahora a las minorías. Ellos repiten las palabras del
diccionario Marxista Cultural: tolerancia, diversidad, racista, fascista,
imperialismo, colonialismo.
El
multiculturalismo solo todavía no era suficiente para destruir la cultura
dominante. El asalto incluía el debilitamiento de la familia tradicional. El
feminismo radical y la agenda homosexual militante se convirtieron en algo
importante para los marxistas culturales, porque ambos eran ideales en el
ataque contra la familia tradicional y la religión dominante, que son objetivos
primarios para que la cultura sea destruida. Está bien documentado que los
marxistas culturales vieron al cristianismo como la razón principal de por qué
la revolución comunista fracasó en materializarse a través de toda Europa.
La agenda
homosexual militante es ahora parte del proceso que adoctrina a nuestra
juventud desde una edad muy temprana. Esta agenda que está potenciada por la
filosofía marxista cultural hunde sus garras en las mentes de los niños en una
edad impresionable. Al hacer eso ellos siembran las semillas de la duda en
cuanto a la validez y santidad de la familia natural y tradicional.
Esta semilla
crece a medida que el niño crece, y con el posterior condicionamiento y
"crianza" el niño se convierte en el deseado producto final marxista
cultural, es decir, en una persona que cuestiona y critica cada verdad y
realidad que la sociedad había comprendido. Ellos apoyarán todas las ideas
falsas y creerán que dichas ideas son un producto del nuevo ilustrado mundo,
libre de todos aquellos viejos "opresivos" valores y tradiciones.
Esta condicionada mentalidad crítica robótica se aplica a cada aspecto de la
"nueva" cultura, incluyendo la raza, el género, la religión, la
sexualidad, la cultura, etcétera. Los marxistas culturales desconstruyen y
reconstruyen la cultura mediante distorsiones y mentiras, usando a éstas para
fomentar posteriormente su objetivo final.
El feminismo
radical es una versión extrema de lo que el feminismo fue originalmente
destinado a ser. El objetivo de tener derecho a voto, y a trabajar, etc., era
un objetivo encomiable, y pienso que en gran medida todos estarían de acuerdo
en que ahora se da el caso de que las mujeres realmente votan y participan en política.
Las mujeres trabajan y ganan su propio dinero, y por lo tanto tienen su propia
independencia en ese sentido.
Lo que el
feminismo radical ha hecho y lo que el Marxismo Cultural ha aprovechado, es
usar ahora aquel recomendable objetivo original y convertirlo en un ataque
incesante contra la familia y contra el papel de hombres y mujeres en una
sociedad natural. El feminismo radical está a un mundo de distancia de los
objetivos originales de los derechos de las mujeres.
El objetivo
principal del feminismo radical es suplantar a la familia que ellos harían que
nosotros creyéramos que oprime a las mujeres y a los niños, y que el padre como
la cabeza de la familia es la raíz de aquella opresión. Para comprender de
dónde se origina el feminismo radical, uno sólo tiene que leer "La
Abolición de la Familia" en el Manifiesto Comunista, que implica la idea
de que las mujeres son vistas solamente como una fuente de producción.
Aquellos que
están detrás del feminismo radical son comunistas, y muchas expresiones y
lealtades ideológicas de las feministas radicales son comunistas en su origen.
Los comunistas
fueron pioneros en el análisis político y cultural de la opresión de la mujer.
Ellos originaron "estudios de la mujer" y abogaron por guarderías
públicas, control de la natalidad, aborto, e incluso derechos de los niños.
Ellos forjaron conceptos feministas claves como "lo personal es político"
y técnicas como la "toma de conciencia".
La
"diversidad" y los movimientos "multiculturales"
representan los intentos del comunismo de potenciar y usar a otras minorías,
homosexuales y "gente de color", para socavar posteriormente la
cultura de la mayoría (europea y cristiana).
Esto es comunismo
en su nueva forma como Marxismo Cultural.
Todas estas
sub-secciones del Marxismo Cultural cuando se combinan representan una
devastadora forma ideológica transformacional del comunismo, que se ha alejado
de su idea original de que los trabajadores ayudarían a llevar a cabo su
revolución. Los trabajadores no apoyaron el comunismo; ellos eran patrióticos y
religiosos, y por lo tanto el comunismo no fue de ningún interés para ellos.
Ellos lucharon por sus naciones durante la Primera Guerra Mundial y eran parte
de familias que tenían la religión como su fundamento.
Aquí es donde el
Marxismo Cultural procuró transformar las viejas ideas en exitosas nuevas
ideas. Ellos reconocieron las fallas y los motivos de por qué los trabajadores
del mundo no se unieron entre sí. Ellos identificaron los fundamentos
culturales de Occidente como los principales obstáculos para la revolución
comunista, y por medio de la combinación de diversas formas de subversión
psicológica ellos empezaron el desmantelamiento de los fundamentos de la
cultura que se interponían en su camino. Esto fue llamado por Antonio Gramsci
"la larga marcha a través de las instituciones".
Las ideas de
Sigmund Freud fueron incorporadas en la filosofía marxista cultural y llegaron
a ser conocidas como el Freudo-marxismo. Esta rama de la subversión marxista
cultural dio ocasión a la revolución sexual que promovió la promiscuidad y las
libertades sexuales. Esto fue útil en el ataque contra la familia y contra los
fundamentos morales de la sociedad ya que dio origen a la noción de que la
liberación sexual era la liberación de los viejos valores del cristianismo.
Cada una de las
cosas mencionadas aquí en este artículo son asuntos muy profundos que no pueden
ser totalmente explicados en un solo blog. De hecho, sería necesario un libro
de muchos cientos de páginas para explicar y diseccionar totalmente todos los
aspectos individuales del Marxismo Cultural y cómo ellos han llegado a infestar
nuestras sociedades.
Muchos de los
conceptos y sistemas de creencias de los marxistas culturales son demasiado complicados
para la mayoría de las personas. Ellas no tienen ni el tiempo ni el deseo de
querer entender totalmente las raíces del pensamiento marxista cultural, y esto
es de una gran ventaja para los marxistas culturales que están en el núcleo de
nuestras instituciones. Muchos preferirían una explicación simplificada de lo
que es, que sea comprensible. No se requiere de mucha explicación para ver que
la sociedad y nuestra cultura están siendo erosionadas.
Las respuestas de
aquellos que niegan la existencia del Marxismo Cultural son un ejemplo de cuán
lejos sus mentes han sido alteradas y llenadas con una serie de ideas
ridículas. En su caso, la educación no siempre significa inteligencia; de
hecho, significa todo lo contrario. Inteligencia no es la capacidad de repetir
aquello con lo que han sido adoctrinados; tampoco es la capacidad de tratar de
desacreditar la realidad con un falso disgusto y un falso horror y un rechazo
de las opiniones diferentes de las propias, con la intención de hacer que esos
legítimos puntos de vista parezcan totalmente inverosímiles a las personas
neutrales.
La conciencia en
cuanto al Marxismo Cultural y sus orígenes y objetivos está creciendo. El
control del sistema de educación, de los medios de información y entretenimiento
así como de nuestra política, nuestra policía y todas las otras instituciones,
no confía en la libertad de información que proporciona la red de Internet.
Ellos pueden tener sus grilletes sobre mucha de nuestra gente, y ellos pueden
haber hecho un extenso daño a nuestras naciones y pueblos, pero ellos sólo
tienen aquel control sobre nosotros en la medida en que se lo permitimos.
Se ha dicho que
llevaría 20 años revertir la manipulación psicológica de nuestro pueblo. Esto
comienza con usted. Investigue el Marxismo Cultural y comprenda el daño que
esto ha causado. Si usted tiene una mente sana entonces usted verá fácilmente
que lo que ha estado mal en la sociedad es un resultado directo del Marxismo
Cultural y de todos aquellos que buscan la destrucción total del mundo
occidental Blanco. Haga a sus hijos conscientes de qué esperar en la escuela.
Ármelos
mentalmente con una resistencia al proceso de lavado de cerebro, y por medio de
ellos podremos ver el comienzo de la reversión. Si seguimos perdiendo
generación tras generación ante el sistema de educación y sus objetivos
siniestros, entonces el resultado es muy simple: perderemos para siempre
nuestra cultura, nuestras naciones y los fundamentos que hicieron de nosotros
lo que alguna vez fuimos.–
La Escuela de Frankfurt:
Subversión Intencional de Occidente
La Escuela de
Frankfurt puede no haber sido el más grande de los edificios, y la mayor parte
de las personas podría no haber escuchado nunca de ello o saber cuáles eran sus
intenciones permanentes, pero lo que salió de aquel edificio ha tenido un
importante impacto en nuestro estilo de vida y sobre cómo nuestras sociedades y
cultura han decaído drásticamente.
La decadencia
parecería a muchos haber comenzado en los años '60, pero comenzó mucho antes.
Tenemos que remontarnos a la Primera Guerra Mundial para encontrar la fuente
del problema que infesta nuestra sociedad hoy. Muchas personas han escrito
acerca de los orígenes del Marxismo Cultural, y la mayor parte de ellas ha
explicado excelentemente las raíces de la actual enfermedad de la cual está
sufriendo Occidente. Así, para cualquiera ya consciente del lugar de nacimiento
del Marxismo Cultural, usted habrá leído sobre esto antes. Tener más personas
escribiendo sobre ello es importante, y las obras de divulgación ayudan a
difundir la conciencia, al compartir este artículo de blog y cualquier otro que
detalle lo que es esto y que ha causado un mundo occidental irreconocible.
Cuando la Primera
Guerra Mundial estaba sobre nosotros en 1914, los principales comunistas
creyeron que en el caso de un estallido de la guerra, los trabajadores se
levantarían y comprenderían su "verdadera" conciencia de clase, y se
alejarían de sus respectivos países, favoreciendo la revolución comunista.
Esto, como sabemos, no sucedió con ningún éxito a largo plazo fuera de Rusia.
Los hombres de los respectivos países embrollados en la guerra se inscribieron
por millones para luchar por sus amadas naciones. Ellos pagaron el precio final
en millones por el amor a su nación y la lealtad a ella.
Eso fue
obviamente un golpe en la cara a los comunistas, cuyas predicciones demostraron
estar equivocadas. La fría y dura realidad que ellos tuvieron que afrontar fue
que su revolución retórica e ideológica no iba a suceder como habían deseado.
Es importante
notar que la revolución comunista ocurrió realmente en Rusia en 1917, y el
resultado de aquella violenta revolución fue la matanza de más de 30 millones
de personas, incluyendo al Zar ruso y su familia. Los comunistas intentaron
crear una revolución después de la Primera Guerra Mundial en Alemania, pero fue
rápidamente repelida con el retorno de los soldados alemanes de las primeras
líneas después de dicha guerra. El comunismo también brevemente tuvo una
influencia en Hungría entre 1918 y 1919 cuando el régimen bolchevique de Bela
Kun asumió el poder.
Con el extendido
fracaso de la revolución comunista en todas partes del resto de Europa, algunos
comunistas procuraron entender por qué. Dos teóricos marxistas, Antonio Gramsci
y Georg Lukacs, determinaron una razón definitiva: la cultura occidental y el
cristianismo eran los motivos por el cual los trabajadores habían llegado a
rechazar el comunismo. Los "verdaderos" intereses de clase marxistas
habían sido "cegados" por los fundamentos de la sociedad occidental.
En efecto, en 1919 Lukacs preguntó: "¿Quién nos salvará de la civilización
occidental?".
Aquel mismo año,
cuando él se convirtió en el sub-Comisario para la Cultura en aquel efímero
gobierno bolchevique de Bela Kun en Hungría, uno de los primeros actos de
Lukacs fue introducir la educación sexual en las escuelas públicas de Hungría.
Él sabía que si pudiera destruir la moral sexual tradicional de Occidente, él
habría dado un paso gigantesco hacia la destrucción de la cultura occidental
misma.
Estos motivos
detrás del fracaso del comunismo en todas partes de Europa, llevó en 1923 a un
grupo de marxistas alemanes a establecer un centro de estudios en Frankfurt,
conocido como el Instituto para la Investigación Social que más tarde llegó a
ser conocido simplemente como la Escuela de Frankfurt. Ésta fue conducida por
Felix Weil, un cientista político con una pasión por el marxismo. Weil había
estudiado en la universidad, escribiendo una disertación que socializaba la
economía. Su padre (un rico comerciante) estableció una dote sustancial para el
Instituto. Uno de los principales objetivos del Instituto era estudiar (y
finalmente explicar) la dinámica del cambio social. Esta escuela de pensamiento
marxista transformacional fue el lugar de nacimiento del Marxismo Cultural.
El objetivo era
transformar el marxismo desde términos económicos a términos culturales. Hacer
esto requería un rechazo y una nueva evaluación de ciertos elementos de la
teoría marxista. La clase obrera había rechazado el comunismo, dijeron ellos,
debido a la cultura occidental, que estaba incrustada en las sociedades de la
clase obrera. La única manera de cambiar aquello era destruyendo la cultura
desde dentro.
Ellos necesitaban
un "nuevo" revolucionario para fomentar la revolución. ¿Quién
entonces, si no era la clase obrera? Herbert Marcuse, otro destacado miembro de
la Escuela de Frankfurt contestó esta pregunta. En los años '50, una coalición
de negros, estudiantes, mujeres feministas y homosexuales formaría la base de
la nueva revolución cultural. Mediante su potenciación en la sociedad y
mediante un proceso sistemático de lavado de cerebro, ellos serían los
instrumentos por los cuales la cultura tradicional de Occidente podría ser
subvertida y destruída, provocando la revolución comunista que ellos tanto
deseaban.
Durante los años
'30 una ideología política creció de entre las ruinas orquestadas de la
Alemania post-Primera Guerra, que estaba vehementemente opuesta al marxismo. El
ascenso del Nacionalsocialismo significó que los marxistas de la Escuela de
Frankfurt que conspiraban para la caída de Occidente tuvieran básicamente que
salir corriendo de la ciudad. Esto no significó un final para la Escuela de
Frankfurt; ellos simplemente se trasladaron a Estados Unidos. Dicho traslado
iba a significar un desastre para EE.UU. cuando el movimiento cambió su centro
de atención desde la cultura occidental en Europa hacia Estados Unidos. Ellos
regresaron a Frankfurt en los años '50.
La nueva
revolución necesitaba más que meras palabras: necesitaba una estrategia.
Antonio Gramsci, un comunista italiano, escribió en los "Cuadernos de
Prisión" que esto sería "una larga marcha a través de las
instituciones". En otras palabras, se trataba de lograr el control de las
instituciones que tenían influencia sobre la gente, y usarlas para poner a la
gente contra sí misma y contra su cultura, siendo los medios de comunicación,
la educación, el Gobierno y la Iglesia, algunas de las más importantes entre
muchas. Entre los marxistas, Gramsci es señalado por su teoría de que la
hegemonía cultural es el medio para el dominio de clase. En su opinión, un
nuevo "hombre comunista" tenía que ser creado mediante una cultura
cambiada antes de que cualquier revolución política fuera posible. Esto condujo
a enfocarse en los esfuerzos de los intelectuales en los campos de la educación
y los medios de información.
Georg Lukacs
creía que para que emergiera una nueva cultura marxista, la cultura existente
debe ser destruída.
Él dijo: "Vi
la destrucción revolucionaria de la sociedad como la única solución para las
contradicciones culturales de la época... Tal voltea miento mundial de valores
no puede ocurrir sin la aniquilación de los antiguos valores y la creación de
otros nuevos por los revolucionarios".
La idea de una
larga marcha a través de las instituciones occidentales iba a ser una erosión
gradual de la moralidad y la implantación de la crítica de la cultura en el
núcleo del sistema educacional por medio de una estrategia conocida como
"Teoría Crítica". El objetivo de la crítica era la cultura. La Teoría
Crítica era esencialmente una crítica destructiva de los principales elementos
de la cultura occidental, incluídos el cristianismo, el capitalismo, la
autoridad, la familia, el patriarcado, la jerarquía, la moralidad, la
tradición, la restricción sexual, la lealtad, el patriotismo, el nacionalismo,
la herencia, el etnocentrismo, las convenciones y el conservadurismo.
Criticar todo
esto como parte de un proceso de lavado de cerebro ha sido muy exitoso. La
alternativa cultural marxista, que surgió de la Teoría Crítica, aunque falsa y
severamente dañina, se ha convertido en la "norma" en la mayoría de,
si no en todas, las universidades y escuelas. Ellos repiten el proceso de
lavado de cerebro sin ninguna oposición, convirtiendo a generación tras
generación en zombi es Marxistas Culturales que repiten como loros el mantra
dondequiera que ellos vayan.
"La Teoría
Crítica, como su nombre lo indica, critica. Lo que la desconstrucción hace a la
literatura, la Teoría Crítica lo hace a las sociedades" (Intellectual
Morons, pp. 15-16).
La Teoría Crítica
ha desempeñado un papel crucial en el asalto ideológico sobre Occidente.
Tres de los
aspectos más vitales de la cultura occidental a ser debilitados, criticados y
destruídos, eran el cristianismo, la familia y el nacionalismo.
El nacionalismo
está puesto en la mira mediante la implementación forzada del
multiculturalismo, y mediante leyes raciales creadas por el Estado para
reprimir y apagar la oposición nacionalista. El multiculturalismo también es
usado para diluír la composición étnica autóctona de Europa, y para remover
todo sentido de identidad en las naciones.
Tanto el
cristianismo como la familia han sufrido un ataque implacable. Antes de la
fundación del Instituto para la Investigación Social y antes de los Cuadernos
de Prisión de Gramsci, Georg Lukacs ya había puesto en movimiento una
estrategia para corromper la moralidad de Hungría durante el régimen de Bela
Kun. Razonando que si la ética sexual cristiana pudiera ser socavada entre los
niños, de manera que tanto la odiada familia patriarcal como la Iglesia
recibieran un golpe demoledor, Lukacs lanzó un programa de educación sexual
radical en las escuelas. Fueron organizadas conferencias sobre sexo y se
distribuyó literatura que instruía gráficamente a la juventud acerca del amor
libre (promiscuidad) y las relaciones sexuales, mientras simultáneamente se los
animaba a mofarse y a rechazar la ética moral cristiana, la monogamia, y la
autoridad paternal y de la Iglesia. Todo esto fue acompañado por un reinado del
terror cultural perpetrado contra padres, sacerdotes y disidentes.
Los jóvenes de
Hungría, habiendo sido alimentados con una dieta constante de valores neutrales
(ateísmo) y educación sexual radical, a la vez que simultáneamente siendo
animados a rebelarse contra toda autoridad, se convirtieron fácilmente en
delincuentes que iban desde matones y pequeños ladrones a depredadores
sexuales, asesinos y sociópatas.
"La
prescripción de Gramsci y los planes de Lukacs fueron los precursores de lo que
el Marxismo Cultural... más tarde llevó a las escuelas estadounidenses"
(Linda Kimball).
Esto iba a ser un
precursor para lo que el resto del mundo occidental sufriría a consecuencia de
la Escuela de Frankfurt.
Esta estrategia
adicional de promiscuidad sexual fue incorporada en la Escuela de Frankfurt
mediante el psicoanálisis de Sigmund Schlomo Freud. Su descabellada obra
"Las Etapas Psicosexuales del Desarrollo" fue atractiva para la
Escuela ya que ayudaba a fomentar el objetivo de degradar los fundamentos de la
sociedad occidental, sobre todo la familia y la moralidad que ésta inculcaba.
Según Georg
Lukacs, "Los demonios estaban de vuelta, el mal estaba siendo generado en
su propia mente, y usted necesitaba un nuevo sacerdocio para que lo
salvara".
Las trastornadas
ideas de Freud agregadas a aquéllas de los marxistas transformacionales
condujeron al término "Freudo-marxismo". Las teorías de Freud
inspiraron al futuro psicólogo judío Wilhelm Reich, quien creó y difundió el
concepto de "Revolución Sexual" en 1930, que iba a convertirse en una
característica de la subversión de la sociedad occidental llevada a cabo por la
Escuela de Frankfurt. La revolución sexual fue inspirada por Freud, y hasta
este día tiene un impacto devastador sobre la moralidad tradicional y la
familia tradicional.
Las teorías
psicológicas de Freud fueron formadas por sus propios sueños y recuerdos de
infancia. Él afirmó que recordaba odiar a su padre y estaba convencido de que
él mismo tuvo sentimientos sexuales hacia su madre.
Freud más tarde
escribió: "Encontré en mí mismo un amor constante por mi madre, y celos
hacia mi padre. Ahora pienso que éste es un acontecimiento universal en la
infancia".
En 2004 el autor
judío Nathan Abrams escribió en The Jewish Quarterly que "Los judíos
estuvieron también en la vanguardia de la revolución sexual en los años '60.
Wilhelm Reich, Herbert Marcuse y Paul Goodman reemplazaron a Marx, Trotsky y
Lenin como la lectura obligada de los revolucionarios".
Abrams también se
refiere a una entrevista con Al Goldstein, el editor judío de la revista Screw,
quien afirmó que "la única razón de que los judíos estén en la pornografía
es que pensamos que Cristo es una mierda. El catolicismo es una mierda, y no creemos
en el autoritarismo. La pornografía así se convierte en una manera de profanar
la cultura cristiana".
Todo que ha
salido de la Escuela de Frankfurt ha estado específicamente orientado a la
destrucción de nuestra herencia y nuestra gente. Nuestros niños están siendo
conducidos por el flautista de Hamelin del mal, llevados a su inmersión eterna
en un mundo de subversión mental y destrucción. Nuestra cultura y nuestro
unificante entendimiento común de lo que es correcto e incorrecto están en las
manos de una dirección satánica. La sociedad está enferma, envenenada con una
enfermedad que mata lentamente y que carcome el sistema inmunológico de un
pueblo y su herencia. La verdad está ahí, escondida a usted a propósito. ¿No es
tiempo de que usted deje la negación y la apatía?; ¿no es tiempo de que usted
reconozca la verdad cuando ella lo mira fijamente a la cara?.–
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