El Estado Autonómico:
España hacia la extinción
Temo que la mayor parte de los españoles no son conscientes
de lo que supondrá el acuerdo entre Cristóbal Montoro y los presidentes
autonómicos -y el río de dinero que se les está entregando- para sus vidas y
para la viabilidad de España como nación. No es solo, como dice el WSJ, el
hecho de que “los impuestos sobre la renta en España son ya los mayores de
Europa“, ni que nos subirán el IVA y los impuestos especiales en otros 10.000
millones. Lo más grave es que estos insensatos van a endeudar a España en más
de 100.000 millones en 2012, muy por encima de lo previsto, hundiendo todavía
más nuestra economía y nuestro futuro. Y, por si tanto disparate no bastara,
ahora pueden subir tasas e impuestos sin límite y recortar prestaciones a
voluntad.
Un expolio legalizado por la casta política, que nada tiene
que ver con el federalismo fiscal, que implica una distribución de renta
equitativa y una eficiente asignación de los recursos, algo que es todo lo
contrario de lo que hacen las CCAA: desigualdad en la distribución e
ineficiencia que raya lo delictivo en la asignación de los recursos, con un
nivel de despilfarro y corrupción jamás conocidos. En ningún país civilizado
los entes territoriales se llevan los dos tercios de los ingresos públicos. Por
si fuera poco, el Estado paga sus gigantescas deudas con proveedores, aplaza
otras sine die y tapa todos sus agujeros en vez de procesar a los responsables
de tan gigantesca dilapidación de dinero público. Los descuadres son brutales:
31.560 millones de exceso. Y en ningún país, ni civilizado ni sin civilizar, el
Gobierno renuncia a intervenir en la asignación de dos tercios del gasto público.
El dinero para financiar España quedará reducido a 57.000
millones mientras quienes piden “proporcionalidad” disponen de 240.000 millones
para financiar el despilfarro y no contribuyen con un solo céntimo a la deuda,
un 82% de la cual se ha generado para financiarles
En 2011, el límite de endeudamiento de las CCAA estaba
fijado en el 1,3% y este año se ha fijado en el 1,5%, lo que significa que
pueden gastar 2.000 millones más que en 2011. Además, lo asignado se incrementa
en 3.000 millones por las subidas de IRPF e IBI, y en otros 5.000 millones
cuando suban IVA y especiales. Entonces, ¿de qué austeridad hablan, de no
saltarse seis veces el déficit?; ¿y por qué nos vamos a creer que en 2012 no se
lo van a saltar? Como afirma The Economist, “los compromisos de las CCAA son
difíciles de creer”. Casi nadie piensa cumplir, y han presupuestado 2012 con
una previsión de ingresos similar a la de 2011, aunque Montoro les ha dicho que
éstos caerán un 15%.
Les trae sin cuidado. ¿Que no pueden pagar a proveedores
porque no les da la gana apretarse el cinturón? Ningún problema, para eso está
Rajoy y sus mariachis. Con el dinero de los españoles ponen 50.000 millones
para pagar proveedores. ¿Que no pueden devolver los 20.000 millones que
cobraron de más en 2008 y 2009 porque los han dilapidado? Ningún problema, diez
años para devolverlo con dos de carencia. ¿Que el Presidente de Extremadura y
otros deciden subir salarios y gasto corriente un 9%? No problem, porque ¿quién
es el Gobierno para decir cómo deben gastar estos inútiles de baba el dinero de
la nación?
España desmantelada: 57.000 millones frente a 240.000
Y resulta que, en un ataque de indignidad y desvergüenza sin
límites, la Generalitat, la Junta de Andalucía y algunas comunidades del PP en
voz baja cuestionan “la proporcionalidad del ajuste porque la exigencia que se
les reclama a las CCAA es mucho mayor que la que se exige la propia administración
del Estado”. Y ante tamaño despropósito, Montoro se arruga completamente y dice
que “es un debate inconveniente, inoportuno e inútil”. Que unos irresponsables
que controlan el destino de 240.000 millones de euros digan que quien debe
sacrificarse es el Estado –al que no le quedan más de 57.000 millones de libre
disposición, porque el resto son gastos fijos de todos los españoles, como
intereses de la deuda, 33.000 millones, desempleo, 32.000, aportaciones a la
UE, 12.000, clases pasivas 11.000- genera un debate imprescindible.
Entre 2007 y 2011, la deuda del Estado se ha incrementado en
290.000 millones de euros. En el mismo periodo, el Estado ha transferido
directamente 230.000 millones a CCAA y ayuntamientos, más de la mitad de los
cuales ha sido literalmente despilfarrada, y no pagan ni los intereses ni pagan
el paro como en los Estados Federales. Endeudamos nuestro futuro para alimentar
nuestra ruina. En medio de esta locura, España camina hacia su extinción.
El Gobierno debe explicar que el recorte a los ministerios e
instituciones ha sido tan brutal (un 27% en dos años) que ya no hay dinero para
financiar España. No hay dinero para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado, ni para la Fuerzas Armadas, ni para la Justicia, ni las
Infraestructuras (han caído un 68 % en dos años), ni para la Investigación,
prácticamente aniquilada. El dinero para financiar España quedará reducido a
57.000 millones (78.500 millones en 2010), mientras quienes piden
“proporcionalidad” disponen de 240.000 millones para financiar el despilfarro y
no contribuyen con un solo céntimo a la deuda, un 82% de la cual se ha generado
para financiarles, ni a las prestaciones a los parados -por cada enchufado que
han colocado, y lo han hecho con cientos de miles, se han perdido tres puestos
de trabajo en la economía productiva-, ni a la UE, pero se apropian de todas
las ayudas.
Y mientras ya no hay dinero para financiar España, si lo hay
para despilfarrar en sus 30.000 coches oficiales, sus 200 embajadas, sus
300.000 teléfonos móviles, sus 10.000 Visas Oro, sus miles de asesores cuando
se podían utilizar empleados públicos, sus sueldos superiores al del Jefe del
Gobierno, el alquiler de oficinas de lujo, las subvenciones por doquier, las
3.000 empresas públicas, la ruina de los 11 canales de TV de adoctrinamiento
autonómico, las obras faraónicas, los cientos de miles de parientes, amigos y
correligionarios absolutamente inútiles… A todo ello se suma la incompetencia:
desde que estos ineptos se hicieron cargo de Educación y Sanidad, los costos
por alumno y por enfermo se han disparado y la calidad se ha reducido.
Rosa Díez a Rajoy: “No puede permitir 17 Estados fuera de
control”
El grado de despilfarro, de incompetencia y de corrupción en
la asignación de gigantescas cantidades de recursos públicos por las entidades
territoriales, no tiene parangón en ningún país civilizado ni en la Historia de
España. Lo he dicho una y mil veces, no hay puntos medios, o las CCAA o
nosotros, o las CCAA o el fututo de nuestros hijos. Y, en ésta línea, fue
vergonzosa la respuesta de Rajoy el miércoles a Rosa Díez, quien le dijo que
España no podía permitirse por más tiempo 17 Estados fuera de control y que
utilizara su mayoría para acabar con este disparate; o, al menos, para
recuperar competencias esenciales como Educación o Sanidad, donde el
despilfarro clama al cielo. Un presidente visiblemente irritado y molesto, que
solo está encantado con los separatistas de CiU y del PNV, que ignoran la
Constitución y la Ley, le dijo de mala forma que estaba en completo desacuerdo.
O sea que a Rajoy le parece inadmisible que alguien proponga
que la Educación y la Sanidad, que por pura incompetencia cuestan por
estudiante y enfermo un 22 y un 18% más que cuando no estaban transferidas,
vuelvan al Estado y nos ahorremos así 20.000 millones de euros. Su opción es
otra: instaurar el copago en ambas para seguir financiando el latrocinio. La
eficiencia no está en su vocabulario si es a costa de las atribuciones y los
privilegios de la casta. Esto es el auténtico Rajoy.
En dos semanas tendremos elecciones en Andalucía y en
Asturias, nidos de despotismo y corrupción durante 35 años. Es evidente que la
prioridad para los andaluces y asturianos de bien, y no atados al pesebre, es
echar para siempre al socialismo, pero el PP no es la única opción, es solo más
de lo mismo, entre las papeletas que pueden escoger hay otras opciones. UPy D,
por ejemplo, que propugna la supresión del Estado autonómico, o Foro, que
propugna la defensa de los intereses de Asturias.
Como afirma Juan Roig, presidente de Mercadona, o se acaba
el despilfarro y gastamos solo lo que ingresamos o “nos vamos al carajo”. En
enero, el paro juvenil (entre 18 y 34 años) era del 49,9 %, según Eurostat, 2,2
veces la media europea. Y todos los indicadores de actividad y demanda de enero
y febrero muestran que la economía está empeorando. Andaluces y asturianos
tienen ahora la palabra. No votar, como propugnan algunos, no es una opción, a
la casta le importa un pimiento la participación. Así que voten, pero luego no se quejen. Ustedes son responsables
y estos son los hechos y las cifras.
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